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Hola, chiques

La verdad, les tenía todo un blog ya escrito para hoy; les iba a platicar un poco más de mi chisme y de mi situación amorosa, pero eso deberá esperar para la semana que entra.

Quería dedicar el blog de hoy a un ser muy, muy querido: la perrita de mi familia y mía, Hachika.

Tal vez la recuerden como una de las modelos del perribustier.

Les comenzaré a contar un poco sobre Hachika.

Hachika era una perrita de la calle que llegó a nuestro hogar el 23 de junio de 2015, un día antes del cumpleaños de mi mamá. Mi hermana mayor y yo habíamos llegado del gimnasio y vimos que había un curioso personaje afuera de nuestra casa. La verdad es que Hachika no era el primer perrito que llegaba a nuestro hogar; normalmente llegaban diferentes perros, ya que nuestra casa era el final de la calle. Les dábamos de comer y se iban. Así que mi hermana y yo decidimos hacer lo de costumbre y le sacamos agua y comida a Hachika, quien en ese entonces no tenía nombre. Bueno, medio le aventamos la comida desde la puerta porque no sabíamos si era un perro que nos iba a morder. La verdad si se veía un poco ruda.

Después llegaron mi mamá y mi hermana menor, y mi mamá dijo una de sus frases de costumbre: “Yo ya no quiero perros en esta casa”. Pero Hachika no se iba de nuestra puerta.

Así pasaron las horas y mi hermana menor le insistía a mi mamá que si se podía quedar, porque si no, la perrita se iba a ir, y mi mamá decía que no.

Fue entonces cuando mi mamá y mi hermana salieron y no vieron a Hachika, así que salieron a buscarla mientras mi pobre hermana menor lloraba. Fue entonces cuando la vieron caminando a unos kilómetros de la casa con un señor en bicicleta que ya se la iba a llevar, y el señor dijo: “Ah, no sabía que era de ustedes”. Fue en ese instante cuando Hachika empezó a ser un miembro más de nuestra familia.

La pobrecita estaba llena de garrapatas, sucia y sin sus dientitos de enfrente.

La llevamos al veterinario para ver cómo estaba de salud. La veterinaria nos dio la gran noticia de que Hachika estaba embarazada y no sabíamos quién era el padre. ¿Qué iban a pensar los vecinos?

Lo que sí es que la veterinaria nos recomendó que no tuviera a los perritos porque eran como 9. Hachika estaba muy débil y desnutrida por venir de la calle; no sabíamos cuántas veces más había tenido cachorritos y nos dijo la veterinaria que Hachika probablemente ya tenía 9 años. Yo dije: “¡Nooo, los cachorritos!”, a lo que la veterinaria me respondió: “A ver, tú ten 9 bebés de un fregazo, a ver si es cierto”, así que me quedé callada.

Mi hermana menor decidió ponerle Hachika porque decíamos que era igualita al shiba inu de la película Hachiko. Es más, nos daba risa porque hubo varias personas que creían que Hachika era un perro fino con ascendencia asiática. Pero claro mírenla nada mas, que elegancia la de Francia.

Hachika regresó a casa, ya vacunada, pero ella nunca quería entrar. Se quedaba en la puerta de atrás, detrás de la reja, pero como que le daba miedo entrar. Así que, cuando caía la noche, mis hermanas le ponían como una pared hecha de una caja para hacerle un cuartito y ella se la mantenía ahí, vigilando la casa.

No tomó tanto tiempo para que Hachika nos agarrara más confianza y empezara a meterse a la casa con nosotros. Eso sí, no le gustaba bajar al primer piso; como que le daban miedo las escaleras. Mi mamá pasó de decir “ya no quiero perros en esta casa” a tener una nueva roomie a su lado.

Hachika nunca perdió su lado callejero, ella caminaba por toda la cuadra, se metia abajo de los carros y terminaba llena de aceite, durante el día sí se salía a explorar con los vecinos, y todos le daban de comer, así que pasó de ser una perrita desnutrida a tener un par de kilos de más.

 

Se hizo la consentida de la casa, porque ya teníamos muchos perros y a todos los amábamos. Pero Hachika tenía algo especial: ella se portaba bien siempre, era un perro fiel a quien siempre le gustaba que le acariciaran por el lomo y la pompi, y cuando hacíamos eso, soltaba unos ronquidos que yo sé que mi familia y yo llevaremos en nuestro corazón siempre.

 

Como ya deben saber, los años pasaron y nuestra bebé ya no era tan chiquita, aunque ante nuestros ojos siempre fue la bebé y la reina de la casa. Este último año, la salud de Hachika empezó a deteriorarse. Sabíamos que estaba viejita, pero nosotros pensábamos: “Hachika es a prueba de todo”. Pero yo escuchaba a mi mamá decir con tristeza: “Ya está grande”, y por más que yo me dijera a mí misma: “Es nuestra bebé”, Hachika ya estaba cansada. Los pocos dientes que le quedaban habían desaparecido, el sonido de sus patitas alegres contra el piso ahora se escuchaba cansado, tenía cataratas, no escuchaba bien, su respiración era agitada, y la perrita que alguna vez se devoró a una liebre ahora no quería comer nada.

Fue hoy cuando el veterinario nos dijo que podíamos tener a Hachika con medicina, suero, mil vacunas y forzándola a comer, pero que Hachika ya estaba sufriendo y que lo mejor era despedirse.

Yo no sé qué piensen ustedes, solo sé que no es algo fácil. En verdad, no es fácil ver cómo la perrita que corría descoordinadamente ahora batalla para levantar su cabecita.

Hoy nos despedimos de Hachika, y sé que es algo que le dolió profundamente a toda mi familia. Ya no habrá ronquidos por la noche, ni una perrita estratégicamente acostada en la cocina para bloquear el paso; habrá un perrito menos que nos ruega por queso cada vez que escucha que mi mamá lo saca del refrigerador. Eventualmente, sus pelitos rubios que dejó tirados por toda la casa desaparecerán, y solo nos podremos quedar con todos los buenos momentos que nos hizo pasar Hachika: Hachibop, Hachilooms, Hachiki, Hachikibaby, la reina de la casa.

Adiós, Hachika. Nunca supimos tu edad, pero si que nos diste 9 años de los mas felices. Gracias por hacernos tan felices. Espero que te hayamos hecho tan feliz como tú a nosotros.

En verdad cuiden a sus animales porque como yo ya he dicho, ellos forman una pequeña parte de nuestra vida pero nosotros somos toda la vida de ellos.

 

Les platicaré ahora de algunos eventos que sucedieron en el taller ya que abandonde el blog por un par de semanas, lamento desilusionar a mis ahora 11 confirmados lectores, los TQM.

 

Cerramos el mes de septiembre festejando a Nubia el 26 de septiembre! Nubia es una de nuestras cortadoras aquí en el taller, y tal vez la reconozcan como una de las modelos del taller.

 

También aprovechamos para festejar al resto de los cumpleañeros de septiembre:  Erika, la luz del taller Daniel y a su servidora.

 

Durante mi crisis también inauguramos la spooky season con la bienvenida del nuevo integrante del taller, Lobuuki.

¡Esperen más contenido espeluznante durante todo el mes de octubre!

Finalmente, les dejo aquí el link del anuncio del documental del video de los Bolsillos del Poder.

video (youtube.com)

¿ pensaron que fue fácil la producción de este sencillo? Prepárense para ver todo el drama que sucedió detrás de cámaras. Las risas, las lágrimas, los pleitos y mas.

 

Y en honor a la reina de la casa, aquí les dejo el código de descuento

 

Nos vemos en el próximo episodio y gracias por leer.

 

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